Archivo de categoría Incendios Históricos

Pocos meses después de la Guerra Civil y con una España asolada por la pobreza y la destrucción, otra tragedia tuvo lugar en Toledo.

La noche del 23 de abril de 1939, la Guardia Civil y los pocos soldados de varias unidades que quedaban tras la contienda, acudieron a sofocar el incendio que se había desatado en el Palacio Arzobispal, concretamente en unas dependencias donde estaban las oficinas de Acción Católica y el Depósito Móvil Farmacéutico de la 4ª División Navarra. En este lugar se produjo una ignición de los productos químicos allí almacenados que, debido al fuerte viento, creció con rapidez por el resto del edificio, alcanzando las plantas superiores y destruyéndose así la capilla de la Inmaculada Concepción.

A las seis de la mañana quedaban extinguidos los últimos focos mientras se iniciaban las primeras tareas de desescombro, pues varias zonas quedaron hundidas (entre ellas la escalera principal del Palacio y el patio de los Cristales) y el Salón de los Concilios afectado por el humo. Por desgracia, no solo se produjeron daños materiales, sino que un bombero madrileño, Ulpiano Igualada Gómez, perdió la vida a consecuencia de la caída de cascotes que le ocasionaron fractura de cráneo.

El 20 de febrero de 1993 sobre las 10 de la noche se sucedían dos incendios en la calle de Juan Bravo de Madrid. Los locales en los que se produjeron era la ‘Cafetería Manila’ en el nº37 y la ‘Discoteca Green’ en el nº3.

Incendio histórico - Discoteca GreenEn el caso de la ‘Discoteca Green’, el incendio se originó en la cocina, la cual afirma un trabajador de la sala era compartida con un pub colindante llamado Victory. Debido al fuego, 200 personas que se encontraban en el local fueron desalojadas rápidamente y sin dejar ningún herido. El objeto por el que se originó el incendio en esta zona fueron los filtros de extracción de humos que, por motivos que se desconocen, empezaron a arder.

El fuego se propagó por el edificio donde se encontraba la discoteca a través de los conductos de humos y de aire acondicionado y las llamas alcanzaron la cubierta del edificio, que constaba de 8 plantas. El humo escapó por las escaleras y, por suerte, la estructura del edificio no quedó dañada.

Los testigos que se encontraban aquel día 20 en la ‘Discoteca Green’ afirman que tan solo se había producido un apagón cuando se desencadenó el fuego y fueron desalojados. Tras el desalojo, dos coches de bomberos y una escala procedieron a extinguir el incendio.

Por su parte, en la cafetería Manila el fuego se originó por un cortocircuito en la primera planta. Había unas 20 personas en su interior, las cuales también salieron inmediatamente del local. Además, se ordenó abandonar las viviendas a las 60 personas del edificio.

El fuego se propagó por el establecimiento y el piso superior de la cafetería quedó prácticamente destrozado. En la extinción del fuego colaboraron cinco coches de bomberos, ya que fue una tarea complicada.

Esta cafetería y otras cuatro de la misma cadena repartidas por Madrid fueron embargadas por impago a la Seguridad Social aunque continuaron abiertas unos años más.Incendio histórico - Restaurantes Manila

cine-covadonga-1985-smallEl cine Covadonga, sede de la antigua Filmoteca Nacional y situado en el número 161 de la calle López de Hoyos de Madrid, quedó el 31 de marzo de 1991 prácticamente destruido a causa de un incendio cuyo origen no pudo ser determinado por los oficiales de bomberos.

La extinción comenzó sobre las 5 de la madrugada y duró 3 horas. La policía se vio obligada a cortar el tráfico de la zona y a desviar las 3 rutas de autobuses de la EMT que pasaban por las inmediaciones.

Este local llevaba cerrado un año y medio, por lo que los bomberos tuvieron que forzar las cerraduras del lugar. Cuando consiguieron entrar al cine, el patio de butacas se había incendiado por completo y el fuego cobró fuerza debido a la entrada de aire. Una densa humareda dificultó la labor a los bomberos, los cuales trabajaron 3 horas sin descanso hasta que consiguieron extinguir las llamas. Fueron necesarias 10 dotaciones del Parque de Bomberos ya que algunas partes del edificio se hundieron.

También resultó afectado el bar “La Terraza” que se ubicaba al lado del cine y que sufrió un desprendimiento del techo en la segunda planta e importantes daños materiales.

El incendio fue calificado de extraño, debido a su falta de actividad durante tanto tiempo, además de no contar con fluido eléctrico que pudiese provocar un cortocircuito.

Actualmente, su lugar lo ocupa un edificio de nueva creación cuya estética recuerda vagamente al cine desaparecido.

Cine Covadonga ahora

Ya han pasado 20 años desde el incendio de “Siete Siete”, la discoteca de moda en Valladolid en el año 1996. Aquella noche, la del 6 de octubre, un grupo de clientes de la sala nocturna disfrutaban de la fiesta sin saber que formarían parte de la historia más trágica de la ciudad vallisoletana.

NF009YG1El fuego, además de destruir el local, causar daños en el edificio, y provocar diversos heridos, acabó con la vida de cuatro personas: el sargento de bomberos José Luis Vidal, de 39 años; su compañero Juan Carlos Matarranz, de 34 años; la mujer que atendía el guardarropa Lucía Escudero, de 51 años; y la clienta María del Carmen Velasco, de 37 años.

Las causas del incendio no llegaron a determinarse oficialmente, pero varios testigos afirmaron que pudo producirse por una colilla o un papel encendido bajo los sillones.

En ese momento se encontraban en la sala unas 15 personas, que fueron saliendo rápidamente gracias a que las luces de emergencia funcionaron a la perfección. Así, el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, afirmó que de no haber contado con sistemas de seguridad, el siniestro hubiese sido mucho mayor.

01_1Ante el incendio, los bomberos citados anteriormente no dudaron en entrar a la discoteca y, mientras buscaban a los posibles clientes que estaban dentro del local, una lengua de fuego les sorprendió y acabó con sus vidas. Por otro lado, en cuanto a los heridos, el más grave fue Rafael Barca, que acabó con el 50% de su cuerpo quemado, acompañado de otros 5 leves.

Además, los vecinos fueron desalojados por Protección Civil debido al peligro por inhalación de humo y por su propia seguridad, ya que desconocían si el fuego había afectado a la estructura del edificio.

Los que conocían la discoteca coinciden en que aquella noche pudo acabar peor.  El jefe de fotografía de El Norte de Castilla, cliente de la sala, pensaba que había muchas personas atrapadas en aquel lugar, ya que para acceder había que bajar numerosas escaleras. 

Veinte años después, los ciudadanos aún guardan un amargo recuerdo de aquella discoteca de la que, hoy por hoy, no han recibido la totalidad de indemnizaciones por los daños sufridos en sus viviendas. Además recuerdan el miedo sufrido, como vieron las grandes llamas, cómo sufrieron quemaduras al intentar huir de esa catástrofe y cómo apenas podían respirar con el humo. En definitiva, un recuerdo que no se borrará fácilmente.

Incendio ValenciaDurante el Siglo de Oro de Valencia, momento denominado así por tratarse de una de las ciudades más pobladas y dinámicas del occidente europeo, y en la noche del 16 de Marzo de 1447 se inició un fuego en una carpintería cercana al Mercado de la ciudad y a la muralla islámica que tardó hasta 6 horas en sofocarse. Dicho incendio se saldó con la destrucción de 46 viviendas, de todos los puestos de venta del mercado y el fallecimiento de 10 personas, sin contar el número de heridos.

 Según ha demostrado el estudio «The great fire of medieval Valencia (1447)», el incendio vino a raíz de un crimen realizado en una alquería de Paiporta días antes y la consecuente ejecución pública de los culpables, de la mano de familiares y partidarios del ex alto cargo del Ayuntamiento de Valencia, Genís Ferrer.

Este fue el incendio más significativo de la ciudad, pero además cabe destacar los ocurridos en los años 1405, 1415 y 1423 así como los que se produjeron en la Catedral el año 1469. 

El número 31 de la Calle Montera de Madrid sufrió a lo largo del siglo XX dos grandes incendios, aunque el segundo mucho más trágico que su predecesor.

Incendio Almacenes AriasEl 21 de Enero de 1964, una explosión en la segunda planta de los Almacenes Arias provocó una gigantesca hoguera que devoró las cinco plantas y los dos sótanos del edificio. Por suerte, no hubo que lamentar daños personales, pues los 275 empleados que trabajaban por aquel entonces en las instalaciones todavía no habían iniciado su turno, aunque debido al peligro del incendio sí tuvieron que desalojar los edificios colindantes y las pérdidas materiales fueron devastadoras.

Veintitrés años más tarde, el 4 de Septiembre de 1987, estos almacenes conocidos popularmente como “Saldos Arias” sufrieron de nuevo la desgracia. El origen en esta ocasión se encontraba en una caja de ropa de la tercera planta y, a pesar de que los bomberos sofocaron rápidamente las llamas, estas se reavivaron debido a cable en la cuarta planta haciéndolo incontrolable.

Los almacenes fueron evacuados de forma ordenada (en total 65 trabajadores) y en pocos minutos no había nadie en su interior a excepción de un equipo de bomberos. Pero cuando el fuego parecía extinguido, uno de los sótanos se hundió dejando atrapados a varios de estos profesionales. El resultado: 10 personas perdieron la vida en el incidente.

Incendio Almacenes Arias2

Incendio Mezquita de CórdobaEl fuego comenzó en una de las salas del archivo próximo al mihrab (lugar de oración orientado a la Meca) que contenía documentos datados del siglo XIII en adelante. Por suerte, cuando comenzó a arder el papel, en dicho archivo no se encontraba nadie y los documentos estaban en armarios metálicos, lo que impidió la extensión del fuego y evito que afectara a la estructura del edificio. De esta manera, las llamas únicamente destruyeron 25 legajos de los más de 5.000 depositados en el monumento.

Gracias al perfecto funcionamiento de alarma de incendios, se dio aviso al circuito de seguridad alertando a los servicios de vigilancia del monumento, que avisaron a su vez e inmediatamente a los bomberos.

Las causas que originaron el fuego se desconocen, pero éste se produjo sobre unos documentos apilados cerca de una ventana, por lo que los bomberos suponen que pudo haberse debido al reflejo del sol sobre los mismos. Otra hipótesis que se barajó es que los legajos estuvieran impregnados de algún líquido inflamable procedente de la sala aneja, que estaba dedicada a la encuadernación.

incendio alcanzar de toledoUno de los edificios más emblemáticos y flamantes de esta ciudad, el Alcázar, ha sido pasto de las llamas en varias ocasiones desde que se alzó como tal en el siglo X.


Pero, sin duda, el incendio más devastador fue el que acaeció el 9 de enero de 1887. Poco o casi nada quedó de la reconstrucción proyectada cinco años antes por el General Marqués de San Román para instalar la Academia General Militar. Según los escritos de la época, el “fuego permaneció con virulencia durante tres días y no se apagó completamente hasta pasado un mes”.

Precisamente, la reforma planeada por el Marqués de San Román también tuvo su origen en otro incendio. En 1810, durante la invasión francesa, el edificio fue presa de las llamas sufriendo daños irreversibles. Las consecuencias pudieron ser más fatídicas si cabe, teniendo en cuenta los cargamentos de pólvora custodiados en el Alcázar. De haber explotado, media ciudad hubiera saltado por los aires. 

Alcazar Toledo en 1880La leyenda popular culpa a las tropas francesas de este desastre, pero lo cierto es que nunca se pudo demostrar.

Cien años antes, en 1710 y en plena Guerra de Sucesión, el Alcázar ya había sufrido otra quema de envergadura, quedando prácticamente en ruinas.

El 4 de mayo de 1915 un incendio arrasó el convento de la Visitación de Nuestra Señora (también llamado Palacio de las Salesas de Madrid), un conjunto arquitectónico fundado en 1748 y formado por un convento, un palacio y una iglesia. En la actualidad, dicha iglesia acoge la parroquia de Santa Bárbara, y el resto forma la sede del Tribunal Supremo.

Al parecer, el fuego se inició en los archivos del Supremo, localizados en la buhardilla que daba a la fachada del reloj, probablemente debido a una viga quemada por las chispas de alguna chimenea o de los cables eléctricos, y enseguida se propagó por todo el edificio.

El inmueble quedó prácticamente destruido, aunque la iglesia no resultó afectada. Por suerte, la rápida intervención de los magistrados, funcionarios y guardias civiles que vivían allí en dicha época así como de los vecinos de la zona permitió salvar la mayor parte de los documentos y las obras de arte que albergaba el palacio, depositadas allí por el Museo del Prado.

Pero este no fue el primer incendio por el se vieron afectadas las instalaciones. Años antes, las llamas habían dañado la cúpula de la nave central de la iglesia.

La peor noticia de esta tragedia fue que aquel día no solo se lamentaron daños materiales, sino también personales, pues falleció una persona: el secretario relator de los tribunales José María Armada, al caerse después de recoger unos papeles que tenía en su despacho.

En conmemoración al centenario de este acontecimiento, el Tribunal organizó una Jornadas de Puertas Abiertas que comenzaron con un espectáculo de luz y sonido proyectado sobre la fachada de su sede.

Pintura del Real Alcázar de Madrid hacia 1710

Pintura del Real Alcázar de Madrid (Año 1710 aproximadamente)

En la Nochebuena de 1734, se declaró un gran incendio en el Real Alcázar de Madrid (un antiguo castillo medieval que la dinastía de los Austrias había reconvertido en palacio residencial), probablemente originado en el aposento del pintor de Corte Jean Ranc. Por suerte, esa noche la familia real se había desplazado al Palacio de El Pardo junto con la mayoría de los cortesanos.

El fuego se propagó rápidamente, llegando a tal magnitud que se alargó durante cuatro días e incluso fundió algunos objetos de plata  por el calor, teniendo que recoger los restos de metal (junto con piedras preciosas) en cubos.

Extinguido el incendio, el edificio quedó reducido a escombros. Nada se pudo hacer por salvar el edificio, ni las 500 obras de arte que allí había.