¿Qué es el triángulo y el tetraedro del fuego?

Tanto el triángulo como el tetraedro de fuego son dos modelos utilizados para comprender el funcionamiento del fuego y comprender los requisitos para que este se dé y se propague.

Con el triángulo del fuego vemos de forma clara los tres elementos indispensables para que se produzca y permanezca un incendio, estos son: El oxígeno, el calor y el combustible. Estos tres elementos deben estar presentes al mismo tiempo para que se produzca el fuego, la falta de alguno de ellos hará que el fuego no aparezca o se extinga.

Por otro lado, el tetraedro del fuego introduce un elemento más en la matriz, que es la reacción en cadena que se produce. Esto quiere decir que una vez el fuego está vivo, se puede retroalimentar sin parar la combustión.

Es importante conocer las reacciones del fuego, al igual que contar con los medios adecuados para enfrentarlo. En Eurofesa somos especialistas en la instalación y el mantenimiento de equipos contra incendios. Contáctanos ya para más información.

Características del triángulo del fuego

El triángulo de fuego es un modelo en el cual podemos ver representados de forma simple y sencilla todas las condiciones básicas necesarias para que se produzca un fuego y se mantenga. Sus principales características son:

• Simplicidad: Este modelo cuenta con una representación realmente sencilla que nos permite entender los elementos que deben encontrarse para que se llegue a producir la combustión. Al ser un modelo muy sencillo, es muy utilizado en la educación para enseñar a los más pequeños a comprender cómo funciona el fuego.
• Interdependencia: Los tres elementos que vemos en estos modelos son el combustible, el oxígeno y el calor, y para que se produzca la combustión es necesario que los tres estén presentes, en el momento que no hay uno de los tres el fuego se extinguirá.

Componentes del triángulo del fuego

Vamos a explicar ahora los tres componentes que forman el triángulo del fuego:

• Combustible: Este elemento hace referencia a todos los materiales que son inflamables, ya sea en estado sólido, líquido o gaseoso. Sin combustible nunca se podrá producir un fuego.
• Oxígeno: El oxígeno es el elemento oxidante de la operación, en contacto con el combustible crea una reacción de calor que será el desencadenante de energía a calor y luz. El oxígeno es indispensable para producir un fuego y sin este será imposible que se dé.
• Calor: El calor es el último de los elementos necesarios para que se dé un fuego, gracias al calor la temperatura del combustible sube y hace que se llegue a la ignición.

Estos elementos reaccionan entre sí para dar lugar a la “reacción de combustión”. En ella el calor que se produce con la combustión mantiene la temperatura del combustible por encima de su punto de ignición, manteniendo el fuego encendido.

Características del tetraedro del fuego

Este modelo es algo más complejo que el triángulo de fuego, pero también más completo, ya que además de los tres elementos que hemos visto anteriormente, también sumamos la reacción en cadena que se produce. Vamos a ver ahora sus principales características:

• Complejidad: Este modelo es más complejo que el triángulo, ya que sumamos a su fórmula la conocida como reacción, completando así de forma más exacta la fórmula para que se produzca y mantenga un fuego.
• Inclusividad: El tetraedro de fuego añade la reacción en cadena a esta fórmula, siendo un esquema más inclusivo que el triángulo de fuego.

Componentes del tetraedro del fuego

Incorporar la «reacción en cadena» en el Tetraedro del Fuego proporciona una comprensión más completa de la dinámica de los incendios, ya que explica cómo el fuego puede propagarse de manera autosostenible una vez que ha comenzado.

Entender el modelo comprendiendo los componentes del triángulo y el tetraedro del fuego.

Estos modelos son realmente útiles para poder entender cómo se produce y expande un fuego de una manera simple y fácil de ver. Gracias a ellos podemos realizar estrategias dependiendo de los factores que hemos visto y establecer planes de acción para evitar primero la posibilidad de que se produzca un fuego y también a extinguirlo lo más rápido posible en el caso de que se produzca.