Este ladrón eligió la chimenea como lugar de escondite antes de ser pillado robando una vivienda en Huron (California, Estados Unidos). El propietario de la casa encendió el fuego sin saber nada al respecto y el individuo ya no pudo salir, pues quedó atrapado.
El dueño de la casa dio aviso al escuchar los gritos y ver que su casa se llenaba de humo. Cuando los bomberos llegaron, fue demasiado tarde para el ladrón. No pudieron hacer nada por su vida, a pesar de que trataron de romper la estructura con ayuda de martillos para rescatarle.
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