Esta hoguera natural se encuentra en Baba Gurgur, cerca de la ciudad de Kirkuk, y se estima que ha estado ardiendo desde hace más de 4.000 años, alimentada por el gas que se filtra a través de la roca y la tierra.
Durante siglos, fue el lugar elegido por los pastores kurdos para calentar a sus rebaños en invierno y por las mujeres, que acudían allí para pedirle un hijo varón al “padre de fuego”. Sin embargo, en la actualidad existen carteles para avisar a los visitantes de que no deben permanecer mucho tiempo cerca en la dirección que sopla el viento, pues el entorno está saturado de sulfuro de hidrógeno.
Este fuego permanente ha sido mencionado incluso por el historiador y geógrafo griego Herodoto (484-425 a.C), Plutarco, y en el Libro de Daniel del Antiguo Testamento.
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