Cuando se tiene una empresa, una de las principales preocupaciones debería ser la seguridad, tanto del propio negocio como de las personas que están en él, ya sean empleados o clientes.
En este sentido, uno de los sectores que mayor riesgo tiene en cuanto a sufrir un incendio es el hostelero. ¿Cuántas noticias de fuegos desatados en restaurantes o cocinas de hoteles vemos a lo largo del año? Y es que, generalmente, las cocinas industriales suponen un constante peligro debido a la utilización de productos como aceites y grasas (los cuales son altamente combustibles), y a la gran potencia calorífica de los utensilios de cocina manejados, tales como freidoras, fogones, planchas…
Hay que tener en cuenta que si la sectorización o protección no es la adecuada, un incendio en este tipo de estancias puede provocar una auténtica catástrofe al propagarse a lugares colindantes.
FUEGO DE CLASE F: DERIVADOS DE ACEITES Y GRASAS DE COCINA
Los incendios derivados de la utilización de aceites y grasas animales o vegetales en aparatos de cocina están catalogados como Clase F, la cual se estableció en 2005 al observar que estos líquidos no se comportaban igual que el resto (correspondientes a la Clase B, tales como petróleo, gasolina, alcohol…) y no se podían utilizar agentes extintores como el CO2 o el polvo ABC.
Al arder, los aceites pueden alcanzar temperaturas muy elevadas (entre los 300º y los 400º), que hacen que los extintores específicamente diseñados para la extinción de líquidos no sean eficaces, llegando a ser incluso peligrosos. En el caso del polvo utilizado como agente extintor, se dispara con tanta presión que puede hacer saltar el aceite fuera del recipiente, propiciando así la propagación del incendio hacia otros utensilios o alcanzar la campana extractora por la gran llamarada ocasionada.
Si hablamos de cocinas domésticas, la extinción del fuego sería algo más sencilla, pues mientras la llama sea pequeña, bastará con eliminar el oxígeno tapando el aparato con su tapadera, con un trapo húmedo o con una manta ignífuga. Si el fuego llega a tener una dimensión mayor, es aconsejable utilizar un extintor manual. Pero cuando se trata de cocinas industriales, donde la actividad (y, en consecuencia, el riesgo) es constante, la solución más eficaz resulta de la instalación de un sistema de extinción automático.
LEGISLACIÓN SOBRE PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS APLICADA A COCINAS
Cabe destacar que la ley obliga a los restaurantes a extraer los humos derivados de la cocción, mediante chimeneas y campanas extractoras. Y precisamente estos dos elementos son los más propensos a generar un fuego, debido a los residuos y grasas acumulados en sus conductos y filtros. Por ello, las cocinas industriales deben cumplir unos requisitos concretos en materia de Protección contra Incendios, regulados en el Documento Básico de Seguridad contra Incendios (DB-SI) del Código Técnico de la Edificación (CTE), siempre que la potencia supere los límites establecidos en dicho documento. Así, cualquier edificio que tenga una cocina que exceda dichos límites (20 kW en uso Hospitalario o Residencial Público o de 50 kW en cualquier otro uso), deberá disponer de una instalación automática de extinción.
La cuestión es que, para determinar la potencia instalada, solo se consideran los aparatos destinados a la preparación de alimentos, pero las freidoras y las sartenes basculantes se computan a razón de 1 kW. por cada litro de capacidad, independientemente de la potencia que tengan. De este modo, los restaurantes pequeños no se categorizan como locales de riesgo especial. A pesar de ello, para evitar la sectorización entre la cocina y el resto del edificio, es recomendable instalar un sistema de extinción específicamente diseñado para su protección, que cubra íntegramente todos los posibles focos de incendio.
Por su parte, la Norma UNE 23510:2017 establece los requisitos mínimos que se aplican al diseño, instalación, funcionamiento, prueba y mantenimiento de los sistemas fijos automáticos de extinción de incendios para la protección de cocinas, teniendo en cuenta todas aquellas zonas que contienen elementos destinados a la preparación de alimentos que sean susceptibles de provocar ignición.
Como última normativa, debemos acudir al RIPCI. Según el artículo 5.3 del Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (R.D. 513/2017), los productos (equipos, sistemas o componentes) no tradicionales o innovadores para los que no existe norma (referenciada en dicho R.D. o alguna resolución posterior) y exista riesgo, deberán justificar el cumplimiento de las exigencia establecidas en dicho reglamento mediante una evaluación técnica favorable de la idoneidad para su uso previsto, realizada por los organismos habilitados para ello por las Administraciones Públicas competentes.
Además, aun disponiendo del sistema de extinción automática, los sistemas de extracción de los humos deben cumplir las siguientes condiciones especiales:
- Las campanas deben estar separadas al menos 50 cm. de cualquier material que no sea A1.
- Los conductos deben ser independientes de otra extracción o ventilación y exclusivos para cada cocina.
- No deben existir compuertas cortafuego en el interior de este tipo de conductos.
- Los filtros deben estar separados de los focos de calor más de 1,20 m si son tipo parrilla o de gas, y más de 0,50 cm. si son de otros tipos.
- Los ventiladores cumplirán las especificaciones de la Norma UNE EN 12101-3:2002 y tendrán una clasificación F400-90.
ASPECTOS IMPORTANTES DE CARA A LA PROTECCIÓN DE UNA CAMPANA EXTRACTORA
- Que tenga una doble función: detectar el incendio y extinguirlo automáticamente, sin la necesidad de la presencia de personal para la activación del sistema.
- Que sea un sistema inocuo e inofensivo para las personas
- Que su descarga no suponga daños adicionales y permita restablecer la actividad rápidamente
En esta línea, Grupo Eurofesa ofrece soluciones de extinción automática de incendios específicas para cocinas de bares y restaurantes, abarcando el proyecto integro: desde el análisis de las necesidades, hasta el diseño, instalación, puesta en marcha, mantenimiento y legalización de todo ello.
En el mercado existen diferentes tipos de extinción basados principalmente en el agente extintor que utilizan, de modo que Grupo Eurofesa pone a disposición de nuestros clientes una amplia gama de sistemas. Sin embargo, nuestra recomendación, y lo más utilizado en la actualidad para este tipo de riesgos, es el espumógeno mediante solución acuosa con aditivos AFFF o el espumógeno mediante F347.
Para más información, no dude en contactar con nosotros. Nuestros ingenieros le asesorará sin compromiso.
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