Desde el Ice Bucket Challenge o el Banana Challenge hasta llegar al Fire Challenge. Se trata de retos que se han vuelto todo un fenómeno en las redes sociales. El problema es que en este caso, hablamos de una curiosa y, sobre todo, PELIGROSA práctica que puede acabar con la vida de aquel que la lleva a cabo.
Consiste en rociarse con un líquido inflamable y prenderse fuego mientras sus amigos le graban en vídeo. La persona que arde en llamas tiene que lograr apagarlas lo más rápido posible. En la mayoría de ocasiones, el individuo se encuentra cerca de una piscina o una bañera. El problema viene cuando no logran extinguir el “incendio” de su cuerpo y este genera quemaduras importantes en el mismo.
Ya ha habido muchos heridos, pero el caso más extremo, y que ha servido para dar la voz de alarma, lo encontramos en James Shores, un joven de 15 años que murió como consecuencia de esas quemaduras.
Sobre el autor