Cualquier sistema de extinción automática es imprescindible cuando se trata de zonas con alto índice de combustión. Pues imaginaos su importancia si hablamos de un cohete espacial, que requiere combustible suficiente para romper la barrera de los 9,8 metros por segundo al salir de la Tierra.
El despegue de estas máquinas puede ser realmente peligroso si ocurre un accidente y se incendia algún elemento. Por ello, la seguridad se convierte en un factor principal. Y así lo han demostrado en la base Kennedi a través del siguiente vídeo:
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