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Los rociadores ESFR (Early Supression Fast Response) no disponen de norma armonizada, por lo que no pueden llevar Marcado CE. Así, APICI (Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección contra Incendios), CEPREVEN (Asociación de Investigación para la Seguridad de Vidas y Bienes) y Tecnifuego (Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios) han solicitado al Ministerio de Industria una autorización para instalar este tipo de rociadores.

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La pasada semana se publicó el informe “¡Fuego! Los incendios asegurados en 2019-2020”, elaborado por la sección Estamos Seguros de Unespa, en colaboración con CEPREVEN y TECNIFUEGO, a través del cual se pone de manifiesto que los incendios, en efecto, son un riesgo de probabilidad relativamente baja, pero con efectos potencialmente elevados.

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A lo largo de 2018, la facturación del sector de la protección contra incendios se situó en una cifra de 2.700 millones de euros, lo que supone un incremento del 8% con respecto al año anterior. Se trata de datos facilitados por la Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, Tecnifuego, que además reflejan una subida continuada desde 2015.

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A pesar de que el sector de la protección contra incendios está cada vez más desarrollado, el número anual de fallecidos en incendios domésticos continúa situándose en un cifra muy elevada. En la última década se han registrado entre 100 y 150 personas muertas al año debido a este tipo de incidentes.

Por ello, con el objetivo de concienciar a la población y a las entidades gubernamentales de la importancia de instalar sistemas de detección y extinción de incendios en negocios y viviendas, la Asociación Tecnifuego-Aespi junto con Cepreven se sumaron a la la campaña internacional #RociadorSalvaVidas, que Grupo Eurofesa apoya plenamente.

Cualquiera es susceptible de sufrir un incendio, de modo que todos los ciudadanos deberíamos ser conscientes de este riesgo y conocer la posibilidades de protección que existen, como por ejemplo los rociadores. El sistema de rociadores es una red hidráulica presurizada con agua y boquillas de descarga, que detecta un conato de incendio debido a la subida de la temperatura del ambiente, fundiendo entonces un fusible mecánico que deja de hacer presión y permite la descarga de agua, extinguiendo así el fuego que se encuentra debajo.

En este sentido, está demostrado que la eficacia de un rociador se sitúa en un 97% y que estos sistemas instalados en hogares disminuyen el riesgo de morir en un incendio en un 82%.

Para finalizar con las estadísticas, parece que los países asiáticos son los más seguros en esta materia, pues el 45% de los rociadores se instalan en Asia (China 35%). Le sigue EEUU con un 32%, y el 16% en Europa. En este último continente, la distribución geográfica se encuentra de la siguiente manera: 20% Turquía, 18% Alemania, 15% Francia, 15% Países Nórdicos, 10% UK, 7% Países Bajos, 5% España y Portugal, 15% resto de Europa.

Según un comunicado de Tecnifuego-Aespi, el nuevo Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (RIPCI) será aprobado por el Consejo de Ministros en un periodo breve de tiempo, posiblemente antes del verano, dado que ya ha superado todos los trámites pertinentes, incluido su paso por la Comisión Europea y Consejo de Estado.

Recordemos que este Reglamento fue publicado por primera vez en el año 1993, de modo que en todo este tiempo no se ha realizado ninguna actualización de la normativa, generando graves problemas e inconvenientes para el sector de la seguridad contra incendios.

La actualización de 2017 incorporará tanto exigencias derivadas de la implantación de la legislación europea, como la regulación de los sectores que no estaban contemplados en el reglamento actual y los productos que no se encontraban amparados por normas armonizadas.

Continuaremos informando.

http://www.tecnifuego-aespi.org/es/comunicacion/notas-informativas/inminente-publicacion-del-nuevo-reglamento-de-instalaciones-de-proteccion-contra-incendios-ripci/9/507

Tres meses después del inicio del año, comienzan a conocerse los datos estadísticos del pasado. Así, las primeras cifras obtenidas a través de información facilitada por bomberos, aseguradoras y asociaciones del sector acerca de los incendios que han tenido lugar durante 2016, determinan unas 125.000 intervenciones de los bomberos debido a incendios o explosiones, con un total de 172 víctimas mortales. Cabe destacar que solo en incendios de vivienda el número de fallecidos en el pasado año se eleva a 116, en comparación con 2015, cuando se produjeron 109 muertos en estas circunstancias. 

Por otro lado, las estadísticas que proporciona UNESPA contrastados con ICEA sobre siniestros por incendio en edificios de viviendas, los establece en 17.290. Aunque, según fuentes de Bomberos, se registraron 14.989 acciones en hogares.

Las causas de incendios que más se repiten son: aparatos productores de calor defectuosos, sobrecarga en la red eléctrica, instalaciones eléctricas defectuosas,  descuidos (dejar encendida una estufa toda la noche, un cigarro mal apagado, dejar velas encendidas sin vigilancia, dejar la sartén en el fuego mientras se atiende una llamada, etc.).

Además, como ya hemos dicho con anterioridad, el 90 % en edificios antiguos y el 20% en edificios de nueva construcción no disponen de las medidas básicas de seguridad que exigen el Código Técnico de la Edificación en los espacios comunes: portal, escaleras, trasteros, garajes, salas de caldera. Lo que deja latente la necesidad de disponer de sistemas de protección contra incendios (detector y extintor) en las casas para localizar un fuego en su fase inicial y poder actuar así rápidamente ante el mismo.

Fuente: http://www.tecnifuego-aespi.org/es/comunicacion/notas-informativas/balance-de-incendios-en-viviendas-durante-2016/9/494

Según datos proporcionados por la UNESPA, Asociación Empresarial del Seguro, los comercios del país sufren aproximadamente 47.000 incendios en un solo año, ocasionando unas perdidas materiales de 47 millones de euros. Afortunadamente, este tipo de fuegos no suelen cobrarse vidas humanas y los heridos resultantes de los mismos son escasos, pero lo cierto es que surge la necesidad imperante de tomar medidas en materia de prevención con el objetivo de reducir al máximo estos sucesos.

Centrándonos en los centros comerciales, son múltiples los que han tenido lugar en lo que va de 2016 (véase el Centro Comercial Los Arcos de Sevilla, en C.C de Pozuelo en Madrid, San Sebastián-Donostia y Albacete). Y, aunque el funcionamiento de los sistemas de Protección contra incendios y la rápida actuación en cuando a evacuación fueron ejemplares en todos los casos, es importante señalar que este tipo de establecimientos deben regirse por el Código Técnico de la Edificación (CTE), contemplado como Uso Comercial. 

En él se recogen las siguientes indicaciones (entre otras):

Compartimentación y sectorización. La superficie total destinada para zona comercial y de circulación de público será como máximo de 10.000 m2, estando protegido por completo mediante rociadores automáticos de agua. Su altura de evacuación no deberá exceder los 10 m.

Rociadores automáticos de agua. Si la superficie total construida es mayor de 1.500 m2, se instalarán rociadores automáticos hasta proteger la totalidad del Centro Comercial. 

Extintores portátiles. Se dispondrán de un extintor cada 15 m en todas las plantas. Estos tendrá una eficacia como mínimo 21A-113B.

Boca de Incendio Equipada (BIE). Cuando la superficie total construida sea mayor de 500 m2 se utilizarán BIE de 25 mm, mientras que si el riesgo especial alto, BIE deberá ser de 45 mm.

Instalación de detección y alarma. Si la superficie total construida es mayor de 2.000 m2, se colocarán pulsadores manuales y detectores automáticos de manera que todo el establecimiento quede protegido.

Control del humo de incendio. Cuando la ocupación media sea superior a las 1.000 personas, se deberá instalar un sistema de control del humo de incendio capaz de garantizar la seguridad y correcta evacuación de los ocupantes.

Accesibilidad de los Bomberos. Se facilitará una entrada exclusiva para que el Cuerpo de Bomberos puede desarrollar su labor en caso de fuego, además de instalar al menos 1 hidrante exterior cuando el establecimiento sea mayor de 1.000 m2.

Pero de nada sirve que un comercio pequeño o un centro comercial de grandes dimensiones tenga todos estos sistemas de Protección contra Incendios si no se llevan a cabo las medidas de mantenimiento oportunas, realizadas siempre por una empresa Instaladora y Mantenedora de PCI cuya homologación este vigente. 

 Fuente: Tecnifuego-Aespi

Según datos facilitados por TECNIFUEGO-AESPI, Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, durante el pasado año la facturación global del sector PCI se situó en 2.100 millones de euros, una cifra bastante estable si se compara con los resultados obtenidos desde el comienzo de la crisis en 2007.

A partir de dicho año, el volumen de negocio comenzó a descender hasta alcanzar una caída del 30%, de los cuales el 20% correspondía a la protección pasiva contra incendios (véase puertas EI, ignifugados, sellados…) debido a su relación directa con la construcción de edificios (principal sector afectado por las dificultades económicas del país) y únicamente un 10% a la protección activa, pues los mantenimientos de este tipo de sistemas fueron claves para mantener la cifra.

Los expertos en el tema afirman que el sector ya ha tocado fondo y ahora lo único que queda es la recuperación del mismo. Pero, aunque la facturación de la protección activa pueda elevarse hasta los 1.400 millones de euros y la de la protección pasiva hasta cerca de 800 millones de euros, está claro que la remontada no será tan amplia como en épocas anteriores.