Comenzamos 2018 con nuevos actos imprudentes respecto a la utilización de sistemas de protección contra incendios.
En este caso el incidente tuvo lugar en el Metro de Madrid. Dos jóvenes accionaron los frenos de emergencia de un tren para poder bajar a las vías y proceder a realizar un grafiti en el vagón. El conductor, sin pensarlo dos veces, cogió un extintor, abrió las puertas manualmente y accionó el sistema de extinción, rociando con su contenido directamente a los «delincuentes». Por suerte, estos subieron al andén rápidamente y huyeron del lugar, sin que se produjera ningún herido o intoxicado.
Según algunas estadísticas, los grafitis realizados en Metro de Madrid han supuesto durante el año 2017 un gasto de 1’6 millones, lo que implica un incremento de 300.000 euros respecto al periodo anterior.
A pesar de ello, es necesario dejar claro que los sistemas de protección contra incendios deben utilizarse única y exclusivamente en las situaciones para las que han sido diseñados. Esto es prevenir y sofocar fuegos, no para emplearlos en este tipo de actuaciones, ya que el contenido de dichos sistemas, inhalado directamente, es perjudicial para la salud.
En caso de producirse un acto vandálico, lo aconsejable es ponerse en contacto con los cuerpos de seguridad de las instalaciones para que resuelvan el incidente.
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